Claudio Escobar. 20 Mayo 2011.


En el camino uno va modificando, digo, más o menos, los criterios para considerar o definir a una persona. Mi criterio personal para saber si quiero o no ser amigo de alguien está en el equilibrio entre sus virtudes y defectos, o bien, en su desequilibrio, y establezco una simple (in)ecuación que determina su valor: (V/D)>1. Tu cabes ( o cabías dadas las circunstancias) perfecto en la definición o bien cumplías sobremanera los parámetros requeridos. No es que esto signifique mucho para ti, dado que es hasta casi egocentrista pensar que el valor subjetivo de alguien le otorgara uno objetivo. Sin embargo para mi esto fue muy importante. Aunque no lo creas o te parezca una exageración de mi parte, encontrar personas que quepan dentro de ésta inecuación es una tarea no difícil sino más bien toda una travesía. Sin embargo, me he dado cuenta que las personas que se ajustan perfecto han caído en mi vida de una manera casi natural. Tú fuiste ese caso, llegaste a mi vida sin que yo quisiera que llegaras, y te quedaste ahí porque las fuerzas naturales así lo determinaron. Te convertiste en un ser muy importante, casi determinante en muchos casos. Despertaste en mí el valor que no tuve en muchas ocasiones, me diste la solución a muchos de mis problemas, y comprendiste perfecto por lo que pasé. Espero, y te lo digo en serio, poder haber sido lo mismo para ti.

Nuestros amigos (o algunos) optaron por enviarte correspondencia sobre lo que necesitaban decirte, quizás con la esperanza de que tu les contestarías. Yo te envié la correspondencia antes de que emprendieses tu viaje, pero ya te encontrabas en una situación en la que te fue imposible contestarme. Eran trivialidades de mi vida, pero trivialidades con las que nos podríamos reír. Hoy hago pública esta carta o mensaje o no sé, porque siento que es necesario por un lado y por otro, porque es la forma que tengo de oficiar con los momentos importantes o no tan importantes, es mejor, creo, llamarlos relevantes, de mi vida. Es la forma que tengo de despedirme de ti, de decirte que te extrañare siempre, que siempre el tiempo fue corto para poder hacer todos los proyectos que teníamos juntos, todas las salidas que quisimos hacer, los viajes, los encuentros, la gente. Ai la gente, esa de la que nos reíamos y con la que nos reíamos. Me quiero reír contigo de nuevo Chana, no sabes cómo quise en este último mes poder reírme una vez más contigo, poder contarte las estupideces de Néstor, de Guille, de Diego, de Rocío, de Andrea con Pablo, del Arroz con huevo, de mi trabajo, de Bernardo, de Firulo... Lo mucho que nos reímos de muchas situaciones estúpidas de la que nos deberíamos reír. Siento una necesidad enorme, desde la última vez que te vi consiente, de verte de nuevo, de estar contigo de nuevo, de ver la Chinoise, Fellini, psicoville, de que me tomes todas las fotos que quieras, ahora sí que te dejo hacerlo… Chino, tu eras una persona cool wn, en todos los sentidos, tus fotos eran la raja, y te lo dije y se lo he dicho a mucha gente, y a pesar de que me cuesta aceptar tu decisión, la comprendo perfecto. Sé que veías la vida como yo la veo, con el nihilismo por frente, y tiene mucho sentido todo, en serio, todos los últimos acontecimientos tienen sentido cuando pensamos en la corriente que nos movía (mueve). Me siento muy identificado con tu muerte, con tu vida, con lo que hiciste y con lo que pensabas. Eso hace que todo sea mas difícil, y que siga con una pena inmensa por no terminar de hacer todo lo que teníamos que hacer, por que la existencia te deja demasiado aturdido como para moverse. En tu nombre hare muchas cosas, lo prometo.

Todos estamos buscando formas de congraciarnos con tu partida, de llegar al equilibrio entre lo que ya no esta y lo que se queda. Buscare en tus cosas las que me sean necesarias para recordarte. Sé en el fondo de mí ser que no leerás esto porque ya no existes, pero lo hago para estar tranquilo. Con los chicos inventaremos formas de homenajearte a ti, a tu obra, a tu vida. Prometo hacer lo mejor posible. Te quiero Chana, te extrañare mucho y me harás falta. Pero la vida es así, la existencia es así, y el nihilismo es así, uno no se alcanza a dar cuenta cuando el otro ya no mantuvo el equilibrio y cayo en el abismo.

1 comentarios:

Diego A. Tejada Gamboa dijo...

Como siempre un gusto leerte Mendfez. Besos

Blogs de Interes