Muerdeme la Cola

Pensando siempre en que lo perseguiría, y que ella me perseguiría a mi. Interminables veces como un triangulo muy peculiar. Un punto sigue a otro, y ninguno se sigue entre si. Es como sentir por alguien que no sentirá, y que te provoca, siendo que a la vez, le provocas a alguien lo mismo que te provocan, y así. Es todo cíclico. Es como una ilusión ridícula, una mentira que queremos seguir viviendo, porque nos motiva, nos mueve. Es la unión única que nos guía a reírnos todo el rato de todo. A velar por el bienestar de nuestro consentido, y destruir a nuestro rival, que por cierto, también pertenece al ciclo. Pero somos cínicos, por que convivimos afablemente con él, y lo aceptamos y le hacemos conseguir bienaventuranza. Pero siempre con tirria interna, con sorna irrebatible y grosera. Estamos enamorados de quien no esta enamorado de nosotros y no amamos a quien nos ama. Nuestra situaron es la de un perro persiguiéndose la cola, pero una cola muy corta, tan corta que jamás la alcanzaremos.